ORDESA- TOZAL DEL MALLO - ORDESA

El Tozal del Mallo es un pico situado en los Pirineos, en el valle de Ordesa, en el término municipal de Torla (provincia de Huesca). Estribación sur del pico Mondarruego, destaca desde la entrada del valle por su impresionante cara sur a pesar de contar con altura discreta (2.254 metros).

El Tozal del Mallo es una de las montañas más conocidas y características de Ordesa. Es una pared que intimida cuando la miramos desde abajo y que parece inexpugnable, pero sin embargo presenta dos bonitas y sencillas vías de acceso a su cumbre a través del Circo de Carriata. Utilizaremos una para subir y la otra para bajar.

Eso sí, quien padezca de vértigo puede tener sus dificultades.

Partimos, por tanto, desde la Pradera de Ordesa y retrocedemos por carretera unos 10 minutos hasta la Casa Oliván, antigua edificación reconstruida y utilizada actualmente como centro sensorial para disminuidos físicos.

Una vez estamos en la casa, sale un camino señalado hacia el Tozal del Mallo que se adentra en el bosque. El camino es magnífico, como todos los de Ordesa. Asciende sin grandes desniveles y está muy bien trazado. Si a ello le añadimos la sombra que nos brindan los pinos, mezclados más arriba con las hayas, tenemos un comienzo de ascensión realmente agradable.

A los 45 minutos pasamos por una pequeña cabaña de madera, muy típica en Ordesa, y que nos podría servir de cobijo en caso de tormenta. Pronto ya dejamos el bosque y comienza a vislumbrarse la inmensidad del Circo de Carriata. El Tozal del Mallo ya no nos parece tan fiero, pero tampoco vemos una forma sencilla de atravesar la pared que tenemos delante. Conforme nos acerquemos veremos que la cosa cambia.

Dejaremos de lado la desviación indicada hacia la Faja Racún (una de las ventajas, o desventajas, según se mire, de Ordesa es que en cotas bajas todos los caminos están marcados y no dan lugar a pérdida) y seguiremos ascendiendo en diagonal, primero en dirección al Tozal del Mallo y después torciendo nuevamente hacia la pared que forma el Circo. Toda esta parte la estamos realizando en sombra porque el sol todavía no ha cogido mucha altura, merece la pena madrugar un poco en días calurosos.

Acercarse a la pared del Circo significa, obviamente, que el terreno se complica algo. Tendremos que apoyarnos con las manos en algún paso pero, salvo que haya humedad, no hay problema. De nuevo llegaremos a otra bifurcación, también indicada, en la que a la derecha vamos hacia la Fajeta y a la izquierda enfilamos el camino a las clavijas.

Nosotros subimos por las Clavijas y volvemos en el descenso por la Fajeta, así variamos el recorrido y evitamos destrepar las clavijas; en pasos verticales como éste siempre es más delicado destrepar que trepar.

Nos dirigimos, por tanto, hacia las Clavijas.

Vamos a afrontar dos pasos verticales. El primero de ellos es muy sencillo.

El siguiente paso lo encontramos 20 metros más adelante. El camino se nos acaba y no tenemos más remedio que tirar para arriba, en vertical.

Son unos 8 metros de altura por una pequeña grieta equipada con unas 10-12 clavijas. Lo cierto es que las personas de pequeña estatura pueden tener alguna dificultad para llegar de una a otra en algún punto concreto, pero con paciencia y midiendo los pasos a dar no hay problema.

Ayuda mucho el ir encajonado y no mirar hacia atrás.

Bueno, ya las hemos superado y estamos en la parte superior del Circo.

Llegamos a otra bifurcación, la última antes de la cima. De frente, hacia arriba, nos encaminaríamos hacia los llanos de Salarons y el comienzo de la Faja de las Flores , así como a otras muchas rutas apetecibles (Pico Gallinero, Brecha, Gabietos, etc.).

A la derecha, sin embargo, sale el camino que nos lleva a la Fajeta y es el que tomaremos en el descenso. A la izquierda, finalmente, cogeremos el camino hacia la cima del Tozal del Mallo. Se acabaron los sudores fríos, llegar a la cima no supone ya más que andar por terreno semi llano durante 25 minutos.

La cima del Tozal del Mallo es amplia y llana, y las vistas se extienden en todas direcciones. Podemos acercarnos hasta el límite de la pared y asomarnos al cañón de Ordesa. El pico Otal nos llama desde el Oeste, el cañón de Ordesa al sur así como la sierra de las Cutas, y al Norte tenemos que alzar la vista para atisbar el Taillón y el Dedo.

En el descenso tomamos el camino de la Fajeta. Vamos a adentrarnos en un barranco, seco a estas alturas de verano, que iremos descendiendo sin muchos problemas, el camino está bien marcado y apenas hay que apoyar las manos. 15 minutos por este barranco nos llevan a la Fajeta, que si bien desde lejos impresiona, es muy sencilla. Son 100 metros horizontales con pared a un lado y caída vertical al otro. Pero no hay que temer, porque el camino tiene buena anchura y por si acaso han colocado un pasamos para agarrarnos a él. Como apoyo psicológico viene bien aunque objetivamente no haga falta.

Después de pasar la Fajeta volveremos a la bifurcación en la que podíamos ir a las Clavijas. De aquí hasta la Pradera el camino es conocido.

En resumen, el Tozal del Mallo es una cumbre muy agradecida por las vistas que tiene; el recorrido nos permite conocer a fondo el Circo de Carriata y únicamente hay que tener cuidado con el paso de las Clavijas, y la Fajeta a la vuelta.