世界平和パゴダ Pagoda de la Paz Mundial ミャンマーの寺院 Templo de Myanmar en Japón

Hoy hice ruta en bici y recorrí Kitakyūshū y Shimonoseki. Kitakyūshū es la ciudad más al norte de Kyūshu, siendo Mojiko su barrio especial (con ayuntamiento propio, como una ciudad) su zona más al norte y que conecta con Honshū, la Isla principal de Japón. Shimonoseki es la ciudad más al Sur de Honshū. Ambas están conectadas por puentes y túneles por lo que se puede cruzar en coche, en tren, a pie y con la bici (aunque no montado).

En ambos extremos del túnel peatonal hay un sello. Si reúnes los dos sellos en un papel que puedes coger en el mismo túnel, puedes obtener una especie de pequeño certificado de que has cruzado el estrecho de Kanmon. Para recibirlo debes ir a la oficina de turismo de Mojiko, o las estaciones de tren JR Shimonoseki o Chōfu.

Eso es lo que hice hoy, pero añadí una interesante parada, la pagoda de la paz mundial, un templo budista de Myanmar en Japón con forma de pagoda.

Salí desde Kokura-kita-ku y me fui hacia la estación de Kokura. Al lado cercano a la costa de la estación comienza un camino recto hacia Mojiko, y aunque es recto si que tiene algunos semáforos largos. Una vez allí, la subida a la pagoda es unos pocos metros antes de llegar al túnel. Es una carretera con una cuesta demencial, yo he tenido que portear la bici un tramo. La carretera está llena de gatos porque, por lo menos a la hora que yo he llegado no pasaban coches. Los gatos duermen tranquilamente en la carretera y no se apartan ni te miran mal cuando pasas cerca, se les ve que van a su bola. Tras la super cuesta llegué a la pagoda. En la entrada hay una puerta con letras del idioma de Myanmar y la traducción al japonés. Hay una escalera rodeada de banderas de Myanmar. Tras las escaleras hay un precioso mirador y la pagoda. Se puede entrar dentro de la pagoda si te quitas los zapatos y te pones unos que tiene allí, de los de andar por casa. Dentro hay un Buda dorado y algunos cuadros y altares. También hay una libreta donde dejar un mensaje y la fecha de cuando visitaste el lugar. Casi todos los mensajes estaban en kanji o letras de países asiáticos que no sé distinguir, podría ser vietnamita, tailandés... También había unos pocos en inglés pero muy pocos. Vi un único mensaje en español, por el texto diría que de latinoamericano. Yo también escribí un pequeño texto para saludar a todos los hispanohablantes que pasen por allí en adelante.

Después baje del pequeño monte donde está la pagoda y llegué al túnel del estrecho de Kanmon. Lo crucé asegurándome de conseguir los sellos, y después di una vuelta por Shimonoseki, el lado de Honshū. En Shimonoseki hay que pagar 20 yen cada vez que cruzas el túnel si llevas bici o mini moto. Nadie vigila que pagues pero no voy a ser yo el antisistema que no pague en equivalente a 30 céntimos ida y vuelta.

En Shimonoseki vi un local (aunque cerrado) con forma de ballena. Estaba en una colina fortificada con piedras cuadradas que formaban un muro. Desde ahí la vista era también brutal. Se ve que pasan grandes barcos por el estrecho de Kanmon cada dos por tres.

Después volví por el túnel y fui a por mi pequeño certificado por obtener los sellos en la oficina de turismo. Hay un cartel en medio del túnel que te marca que estás en la mitad. Una familia estaba intentando sacarse una foto todos juntos y les sugerí sacarles la foto. Después me sacaron foto a mi. Fueron todos muy amables y me preguntaron muchas cosas. Me sorprendió que al hablar perfecto japonés ellos me hablaran en japonés también y tuviéramos una conversación normal. En Tokio aunque yo hablara japonés muchas veces me respondian en inglés lo cual me molestaba. Me preguntaron sobre el cicloturismo en la zona y demás y fue guay. También me sorprendió que todos los que pasaban por el túnel saludaban.

Cuando fui había un cartel de que no había ningún empleado y que se podía pasar libremente a ver una pequeña exposición que había. Me defraudo pensar que no podría recibir el sello. Por suerte, hablé con una señora que estaba viendo la exposición. Le conté lo que venía a hacer y cuando menos lo esperaba saco su teléfono y llamo al teléfono de la oficina para que viniera alguien. Que señora tan maja, pensé. Vino una empleada en cuestión de un minuto y me dió el certificado.

Finalmente volví a Kokura-kita y paré a tomar un Aquarius, pero al aparcar la bici en uno de esos aparcamientos que te atrapan la rueda, a pesar de meter dinero en la máquina no me soltaba la rueda. Pregunte también a una señora que estaba en el túnel y ella tampoco pudo hacer nada así que llamé por teléfono al servicio técnico para que me la abrieran por control remoto. Me quedé sorprendido de que todo el mundo me trató muy amablemente hoy. ¿Será cierto que la gente de Tokio es más fría y la gente de otras islas fuera de Honshū? En cualquier caso fue una buena experiencia.

Volví a casa, no muy lejos de la estación cuando empieza a picar el calor. Siento que me salió una ruta muy bonita hoy en Kyūshu y Honshū!